Es
común observar que en nuestro país nacen con regularidad muchas empresas
familiares o negocios personales sin la debida planeación para obtener
resultados satisfactorios en el mediano y largo plazo. Por ello, un plan de negocios es el documento que
nos ayudará a organizar las ideas y piezas importantes que integraran una
compañía o proyecto nuevo. Cabe resaltar que el plan de negocios no es
exclusivo de los emprendedores, ya
que, dentro de las empresas consolidadas existen intrapeneurs, que son aquellas personas que se dedican a relanzar
proyectos o diseñar iniciativas nuevas para las empresas en las que trabajan.
El plan
de negocios, para cualquiera de estas dos modalidades de emprendedor, debería
ser la base para justificar las ideas y el propósito de concebir una nueva empresa o proyecto. Durante el Massachusetts Institute of Technology
Enterprise Forum (MITEF) se dan un sinfín de exposiciones de nuevas tecnologías
y servicios ante ejecutivos de capital de riesgo, inversionistas ángeles, etc.
A raíz de este proceso de negocios el MITEF ha lanzado algunas recomendaciones
muy puntuales sobre los temas relevantes a considerar en el plan de negocios.
El
error común que se comete al elaborar un plan, es el centrarnos casi al 100% en
las características y bondades de la tecnología, producto o servicio a
desarrollar. Sin embargo, es importante reconocer que hay 3 puntos fundamentales
que no debemos olvidar en una exposición ante inversionistas:
- El mercado
- Señalar necesidades de los inversionistas
- Hacer que suceda
El
mercado, sin duda, es la base fundamental de la viabilidad de nuestro proyecto.
Es importante que en esta parte del plan de negocios consideremos aspectos
como: beneficios para el cliente, tendencias e intereses del mercado y tener la
mayor cantidad posible de evidencias que sustenten que el producto o servicio a
desarrollar satisface alguna necesidad.
Los
inversionistas actualmente se inclinan en su mayoría por aquellos proyectos
impulsados desde el mercado más que por las características tecnológicas que
podamos describir o utilizar.
El
siguiente paso, luego de justificar la viabilidad de nuestro proyecto en base
al mercado es alinear los intereses del grupo de inversionistas. ¿Qué quiere
decir esto? Debemos ser muy puntuales en los aspectos como el periodo de
recuperación de la inversión, plan de salida para inversionistas y proyecciones
financieras reales.
Para
lo anterior, se dispone de herramientas para llevar a cabo y concretar el plan
de negocios de una manera sencilla y fácil de aterrizar. En primer lugar, es
importante hacer un diagnóstico
dirigido a las necesidades y objetivos del emprendedor, es fundamental saber el
modo de pensamiento de la persona y la manera en como ésta entiende y proyecta
su personalidad en los negocios.
Partiremos
luego a realizar pequeñas investigaciones
de mercado, pruebas piloto o focus group que nos ayudaran a documentar que
nuestro producto o servicio es viable en el marcado donde nos desempeñaremos.
Por último, con base a toda la información obtenida avanzaremos a proyectar el
desempeño de nuestra empresa en un lapso de 3 a 7 años, cantidad de años en la
cual la mayoría de los inversionistas esperan recuperar su inversión de las
compañías a las cuales han inyectado capital.
El
último paso, sin duda es el más difícil. Hacer real nuestro proyecto depende de
todo lo anterior, sin embargo, es imposible llevarlo a cabo si el emprendedor
no tiene la suficiente actitud y determinación para lograrlo. Deberá romper los
paradigmas de ser un empresario, de ser “tu propio jefe” y entender todas las
responsabilidades que eso conlleva.
El
seguimiento es clave y por ello en cualquier etapa de un proyecto el papel del
consultor es caminar hombro a hombro con el emprendedor, identificar desde el
principio su forma de pensar, observar sus movimientos, detallar sus objetivos,
trazar la ruta más idónea, darle viabilidad al proyecto y mantenerlo operando
de manera eficiente en sus primeros meses de vida.
Al
final el plan de negocios se vuelve en un documento esencial para alcanzar paso
a paso buenos resultados en el mediano y largo plazo. Es esencial no desesperar
y aguardar resultados impresionantes desde el principio.
Por: Gualberto Burgos, Director de Administración de Proyectos en MVP Business Strategy
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