Si
hay una industria en la que se puede
hablar de innovación es la refresquera,
desde su aparición en 1832, cuando John Matthews inventa un aparato para
mezclar agua y saborizante con dióxido de carbono, desde entonces se han tenido
que enfrentar muchos retos para alcanzar los objetivos comerciales.
El
primero fue la distribución, debido a que la mezcla debía ser realizada en el
momento para el consumo, lo que obligó a la invención de un sistema de
envasado. El mayor problema del mismo fue la hermeticidad con la que debía
sellarse la botella, después de varios intentos se logró crear la famosísima
“corcholata” que corona hasta el día de hoy, los refrescos en presentación de
vidrio.
Una
vez solucionadas las complejidades relacionadas con las características
primarias del producto, nuevas áreas de oportunidad
surgieron a la vista: mejoras en sabor, empaque, logotipo y cuando ya no se
tuvo nada nuevo bajo el sol, la publicidad resaltó atributos adicionales a los
fervientes consumidores de refrescos del mundo. Los dos principales
competidores directos se enfrentaron cara a cara en diversas campañas
publicitarias gastando millones de dólares en demostrar su supremacía. Ante
este escenario vale la pena preguntarse si después de 182 años habrá algo que innovar.
¿Se
puede lograr diferenciación y mejorar la rentabilidad del negocio en un mercado
donde al parecer todo está dicho? Mi Azul corazón tiene que reconocer que: Sí. Coca-Cola con su campaña de nombres en las
latas ha demostrado que una marca puede seguir generando valor para sus
consumidores a pesar de la madurez de su mercado. Ha sacado a la luz la raíz de la innovación:
“Se debe comprender como nacen nuevas ideas a través de las ya existentes y
conocer al mercado“. Y qué mejor característica del mercado actual que la
bizarra combinación entre lo individual y lo grupal, en la época en la que vivimos ya nada es secreto: ni las relaciones que se
terminan, ni las ilusiones que se rompen, ni los enojos cotidianos, ni la
postura política, todo, absolutamente todo ahora se puede volver público, pero
al mismo tiempo surge una fuerza que desesperadamente busca la individualidad,
sobresalir, permanecer, no mezclarse entre los millones de seres humanos que
habitan el planeta.
Coca-Cola
no sólo reconoció al consumidor sino que tomó en cuenta una adecuada estrategia
de marketing mix, involucrando
medios masivos, medios sociales y activaciones en zonas de influencia.
¿Cómo
surgió la idea? Puedo asegurar que no fue un proceso de generación espontánea,
la industria refresquera es de las que mejor uso hacen de estudios de mercado
individuales y sindicados que los llevan a tomar las mejores decisiones para generar
una ventana competitiva sostenible en el tiempo y defendible frente la
competencia.
¿Está pensando en innovar?
MVP Bussines Strategy le
orientará sobre las mejores estrategias para que la ejecución de su plan se
realice de forma exitosa, con esto se alcanzarán los objetivos deseados y se
logrará una fidelización por parte de su público objetivo.
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