Vince Lombardi
La mayoría de nuestros clientes nos han preguntado
¿Cómo le hago para que mis empleados se
“pongan la camiseta”? Mi respuesta siempre es: El primer paso es que, la
organización debe de preocuparse GENUINAMENTE por sus empleados, y los
empleados se preocuparán por su empresa. Parece un concepto sencillo de
comprender, pero es difícil de poner en práctica.
Sin embargo, una vez que la organización se
comprometa con su gente de esta manera, la cultura de una organización puede
moldearse mediante la estimulación del compromiso y la participación.
El proceso de participación involucra tres características que conducen a las
personas a asumir un compromiso cada
vez mayor: la elección (oportunidad
de participación); la visibilidad
(realizar elecciones conocidas por otros interesados) y la irrevocabilidad (conciencia de haber cruzado un límite).
Con base a las observaciones de Krieger y Franklin,
a continuación les comparto algunos ejemplos de acciones para llevar a nuestros
colaboradores al compromiso.
- Creación de compromiso mediante elección. Las empresas generan un fuerte compromiso en sus colaboradores:
a)
Diseñando sistemas donde se impulse la necesidad de elegir permanentemente.
b) Haciendo hincapié en las recompensas por la correcta realización de las tareas críticas, no solo de las instrumentales.
c) Enfrentando elecciones paso a paso.
b) Haciendo hincapié en las recompensas por la correcta realización de las tareas críticas, no solo de las instrumentales.
c) Enfrentando elecciones paso a paso.
- Creación del compromiso mediante la visibilidad. Esto se logra de la siguiente manera:
b)
Utilizando ceremonias y símbolos apropiados para generar un sentido de
pertenencia e identificación con el grupo.
c)
Incentivando expresiones públicas de lealtad frente a clientes, familiares,
amigos o en reuniones.
d)
Fomentando el desarrollo de relaciones sociales entre los miembros.
e) Utilizando la evaluación y aprobación grupal como parte del proceso de
retroalimentación.
- Creación del compromiso mediante la irrevocabilidad. Este elemento también contribuye a intensificar el compromiso:
b)
Comunicando y etiquetando aquellas decisiones de importancia para el grupo o
equipo.
c)
Logrando que las personas se involucren en la toma de decisiones.
d)
Enfatizando la idea de "Desarrollo de carrera" o "participación
en la inversión" en lugar de empleo.
e)
Asegurando que las personas involucradas tomen conciencia de que el compromiso
es por un tiempo largo.
- Compromiso mediante acciones simbólicas.
Creación del compromiso a través de recompensas
y reconocimiento.
Generar una
cultura organizacional que promueva el crecimiento profesional y personal es
una labor de compromiso y constancia por parte de la alta dirección. En MVP Business Strategy podemos
asesorarte y acompañarte en ese proceso.
Por: Patricio Reséndez, Director de Desarrollo Organizacional en MVP Business Strategy
Las recompensas son muy valoradas por las personas,
de manera que el sistema implementado para otorgarlas determina
comportamientos. Las recompensas pueden ser económicas o pueden estar
representadas por cosas apreciadas. Si las recompensas son sólo económicas es
posible que resulten muy frías para la motivación del colaborador; por lo
tanto, es necesario incluir otros tipos de retribución en una gestión por
resultados. Es válido otorgar premios por el logro de metas a individuos y
equipos, pero también es preciso tomar en cuenta otros factores que son
valorados por los empleados, por ejemplo: el desarrollo profesional, los
ascensos, el mejoramiento de las condiciones de trabajo, las vacaciones, la
atención de emergencias familiares, etc. En ocasiones el reconocimiento a un
trabajo, o la atención personal del gerente al empleado y a sus inquietudes,
resultan de gran importancia. Este tipo de comportamiento sirve para que los
colaboradores aprendan del éxito de sus compañeros.
El sistema de recompensas debe poder discriminar
entre quienes obtuvieron los resultados esperados y aquellos que no alcanzaron
las metas propuestas. Por otro lado, es recomendable evitar las recompensas
seriadas, en las que se distingue a todo el mundo por igual, pues bajo este
esquema el sistema pierde validez. Si se dan por cumplidas las metas y se otorgan
premios a todos, la recompensa ya no será un incentivo. En este caso, es
probable que las metas estuvieron mal establecidas y fueron subvaloradas, o los
logros se están sobrevalorando. Solo deshaciéndose de estos parámetros
incorrectamente determinados se puede incluir una cultura del esfuerzo y
valorar el logro de objetivos propuestos.
Por: Patricio Reséndez, Director de Desarrollo Organizacional en MVP Business Strategy
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