martes, 4 de noviembre de 2014

Tratado de Libre Comercio entre México y Jordania, ¿para qué?


Para efectos prácticos, México cuenta con diez Tratados de Libre Comercio (sin considerar los tratados individuales con Costa Rica, Nicaragua y TN3; y si considerando el TLC Único con dichos países) que le permiten exportar o importar con preferencias arancelarias mercancías hacía o desde cuarenta y cinco países; con lo que se puede interpretar claramente que nuestro país se encuentra totalmente abierto al comercio internacional; política comercial que inició el 17 de diciembre de 1992, fecha es que se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (México-Estados Unidos y Canadá), con la administración del presidente Carlos Salinas de Gortari, aunque el tratado entró en vigor en 1994.

Es decir, desde 1992 a la fecha México ha mantenido una política comercial de apertura hacia el mundo, lo anterior, independientemente de quienes o qué partidos políticos han gobernado durante los últimos 22 años; sin embargo, me parece que es justo preguntar si los acuerdos que hemos logrado con cuarenta y cinco países han beneficiado a México o bien simplemente la firma de TLC´s se ha vuelto una simple costumbre presidencial.

La pregunta planteada, se puede contestar de diversas formas y en esta ocasión citaremos un poco de estadística, pero antes de iniciarla me gustaría comentar un par de puntos:

El primero es para hacer ver que México cuenta con TLC´s con cuarenta y cinco países, pero también cuenta con los ACE´s (Acuerdos de Complementación Económica) que son instrumentos de negociación comercial con un alcance menor a un TLC pero que permiten preferencias arancelarias limitadas en tasas (%) y restringidas en sectores (ejemplo Sector automotriz México Argentina ACE 55) con prácticamente todos los países de latinoamérica.

El segundo es para indicar que por “cultura” generalmente entendemos que las exportaciones benefician a México (atracción de dólares) y que las importaciones lo perjudican, sin embargo, hay que resaltar que no todas las importaciones perjudican a nuestro país; y existen un sin número de justificantes, pero algunas de ellas son: si no existe producción nacional de cierto bien, el pedir que pague un impuesto (Impuesto General de Importación) al momento de presentarlo en la aduana, lo único que genera es que dicho bien incremente su precio y perjudique al propio consumidor del bien. Ahora, pensemos en un bien que si se produce en México; el hecho de permitir que se importe bajo un TLC representará que pague nada o poco de impuesto, situación que le permitirá competir con los productos mexicanos y por obvias razones dicha competencia representará un beneficio para el consumidor. O bien, imaginemos que una fábrica textil requiere cierto insumo para finalizar su proceso de transformación y que el mismo no lo puede conseguir en México por no existir suficiente producción nacional lo que representa forzosamente un incremento en el precio (Ley de la oferta y la demanda), el hecho de que ese insumo se pueda conseguir fuera de México y que su importación sea sencilla y económica, representará que el producto final de la fábrica textil pueda colocarse en el mercado a un mejor precio para el consumidor final.

Estadística

El TLCAN entró en vigor en 1994 y desde ese año al 2013 las exportaciones de México a Estados Unidos pasaron de 51 mil millones de dólares a 299 mil millones de dólares (con un crecimiento constante)1, respecto a las importaciones en ese mismo periodo pasaron de 54 mil millones de dólares a 187 mil millones de dólares (con un crecimiento constante), por lo que si analizamos estrictamente la relación México-Estados Unidos en un primer análisis podemos concluir que México se ha beneficiado de este tratado aún más que los Estados Unidos y en general ha permitido atraer una derrama económica muy importante para nuestro país.

Ahora analicemos un caso distinto, el Tratado de Libre Comercio de México con Israel, que entró en vigor el 1º de julio del 2000 y desde ese año al 2013 las exportaciones de México a Israel pasaron de 54 millones de dólares a 111 millones de dólares (con un crecimiento irregular), respecto a las importaciones en ese mismo periodo pasaron de 296 millones de dólares a 615 millones de dólares (con un crecimiento irregular); bajo esta información se puede interpretar que el tratado ha estimulado el crecimiento de las importaciones y exportaciones de nuestro país, aunque vale la pena señalar que las cifras sufren importantes altibajos durante los trece años analizados.

Con la información proporcionada, lo que me interesa hacer ver es que existen tratados que nos han beneficiado enormemente como es el TLCAN y tratados que han contribuido al crecimiento de las exportaciones en México de forma muy mediocre, basta con comparar los 299 mil millones de dólares que en 2013 exportamos a EUA contra los 111 millones de dólares que en ese mismo periodo exportamos a Israel.

Los datos con Jordania señalan que en 2013 México exportó 18 millones de dólares a dicho país e importó 17 millones de dólares.

Tomando en cuenta lo anterior me pregunto: ¿Valdrá la pena un TLC con Jordania?, ¿Por qué considerarlo como un socio estratégico si las cifras nos indican algo distinto?

¿Qué tal si en lugar de pensar en Jordania, analizamos qué pasaría si firmamos un TLC con China, Corea, India, Singapur o Brasil? Probablemente las cifras con esos países nos estimulen un poco más.

Por: Rafael Vasconcelos, Director General en MVP Business Strategy

1Secretaría de Economía con datos del Banco de México


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