miércoles, 1 de julio de 2015

Mobbing, el bullying de las empresas

“La mayoría de las personas gastan más tiempo en hablar de los problemas que en afrontarlos".  
Henry Ford

En los últimos tiempos nos hemos ido familiarizando con los términos “bullying” y “mobbing”. Sin embargo son prácticas que han existido desde siempre.

El mobbing equivaldría en las empresas, al bullying en las escuelas. El mobbing lo podemos definir como la violencia o el acoso laboral sufrido por un individuo, por parte de sus compañeros de trabajo. Bosqued Lorente lo describe de la siguiente manera:


El mobbing se trata de actos que incluyen:
  • Palabras, miradas, gestos, etc., que realiza el acosador con intención y objeto de humillar y dañar psicológicamente al colaborador-víctima.
  • La finalidad de la situación que se genera es que la víctima sea excluida de la organización y, en caso de no conseguirlo, que quede aislada y marginada en su trabajo.
  • Todos los actos del mobbing son realizados de manera constante y reiterada durante un período prolongado. De hecho, sólo se pueden considerar parte de un plan de agresión psicológica cuando se llevan a cabo de manera sistemática y repetida.

Existen 4 fases del mobbing:


Las causas de estas situaciones se atribuyen a frustraciones de los individuos que no son capaces de manifestarlos de otra manera que no sea la violencia, utilizada para descargar los sentimientos de fracaso o desilusión dentro del ámbito laboral.

Las consecuencias del mobbing son muchas y muy dañinas:
  • Efectos cognitivos (memoria corta, apatía).
  • Efectos afectivos (Agresividad, irritabilidad).
  • Síntomas psicosomáticos.
  • Sintomatología ligada al padecimiento de estrés.
  • Tensión muscular y dolores articulares y óseos.
  • Trastornos del sueño.
  • Debilidad física generalizada.
  • Temblores y mareos.
  • Sentimientos de inseguridad, baja autoestima, etc.
  • Disminución de su autoestima.

Las organizaciones deben de prestar atención a este tipo de problemas laborales, porque muchos los confunden como manifestaciones propias de la cultura organizacional: “así somos aquí”, “así nos llevamos”, “no pasa nada” son comentarios muy recuerrentes.

Las empresas deben de recordad que a mayor salud mental de los individuos, mejor desempeño en el trabajo, un actitud positiva, buen rendimiento y productividad.

Algunas estrategias para prevenir este mal en la organización, serían las siguientes:
  • Brindar información clara y suficiente sobre el problema del acoso laboral a todos los integrantes de la organización.
  • Implementar pautas claras para resolver los conflictos personales e interpersonales que surjan en la organización, lo cual hará que los individuos estén en un clima contenido y de confianza. También se pueden establecer medidas para que los empleados que sufran algún tipo de acoso en su trabajo puedan denunciarlo en la organización.
  • Fomentar la participación de los individuos, de manera que puedan plantear sus quejas sin temor a represalias. Implementar sistemas de mediación para resolver los conflictos que surjan.
  • Estructurar las relaciones sociales dentro de la organización, por ejemplo mediante algún tipo de competencia deportiva, para fomentar el compañerismo y la solidaridad.
  • Exponer de manera abierta y manifiesta la no tolerancia, por parte de la organización, de las conductas abusivas de poder y de cualquier otro tipo de violencia.
  • Fomentar la comunicación interna entre todos los sectores de la organización.
  • Promover un buen clima de trabajo.
  • Aumentar la independencia y autonomía de los empleados en la realización de sus tareas.
  • Determinar con claridad cuáles son las actividades y funciones de cada persona, sin dejar lugar a dudas acerca de cuáles son sus ámbitos de acción y sus límites.

Ahora bien, si no es posible prevenir, porque detectamos un caso de mobbing ya avanzado, en primer lugar, se debe de considerar en qué etapa se encuentra el mobbing y de qué tipo es (horizontal o vertical).
  • Mobbing horizontal: Es imprescindible realizar un trabajo de escucha para comprender qué piensa y siente cada una de las partes, y fomentar el diálogo entre todos para que se puedan solucionar las diferencias.
  • Mobbing vertical: Es necesario investigar si es el sistema de poder organizacional el que genera violencia desde los puestos más altos hacia los más bajos. De ser ese el problema, habrá que realizar un trabajo desde los niveles más elevados de la organización, y replantear el sistema de poder y la forma de dirigir la empresa.
Una vez detectado lo anterior, las posibles soluciones son las siguientes:
  • Independientemente del tipo: Deberán considerarse todas las interacciones que tengan lugar en la organización, ya que es muy probable que se estén generando estas situaciones en diferentes sectores.
  • Si el acoso está en las primeras etapas: Será más fácil solucionarlo por medio del diálogo y la contención de los empleados. Además, de contenerse en sus inicios las consecuencias serán mínimas, y el empleado víctima podrá frenar las agresiones si advierte lo que sucede, sin dar tiempo al acosador para ubicarse en una posición de dominio que le permita humillar y descalificar al acosado frente a los demás.
  • Si el acaso ya avanzó a niveles más graves: Habrá que actuar a nivel organizacional, tomando en cuenta las consecuencias que haya provocado y actuado en consecuencia (por ejemplo, otorgando licencia a la víctima, o transfiriéndola a otro sector). Por último, la dirigencia deberá brindar información sobre el mobbing a todos los empleados, así como fomentar el diálogo y la reflexión acerca de las situaciones vividas.
Esperemos que sea de utilidad la información proporcionada y si tu organización necesita un tipo de asesoría relacionada a este, u otro tema de Desarrollo Organizacional, en MVP Business Strategy estamos para asesrarte.

Referencias: Franklin, enrique B. y Krieger, Mario José. Comportamiento Organizacional para América Latina. Pearson, México 2011.
Mobbing, una forma de agresión laboral cotidiana  

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